Qué GOZADA

La EDUCACIÓN es MAGIA.

LA EDUCACIÓN ES MAGIA
Y YO TENGO A L@S MEJORES MAG@S.

Me gusta la gente que sueña, 

emprendedora, curranta, que ríe, 

que siente, que lucha, entusiasta, 

con llamas de ilusión en la mirada.

Miradas que buscan el cambio.

Miradas que buscan la justicia.

Miradas cargadas de ganas.

Me gusta la gente que camina junta, 

que tienen una meta, un objetivo, 

que cada ladrillo que ponen es una 

creencia, ilusión, intención, paso,  

que construye el muro de la esperanza. 

Me gusta la gente solidaria, 

que ayuda, que acompaña, 

que enseña y se deja enseñar, 

que cogen la mano fuerte y 

acarician corazones.

Me gusta la gente que me rodea 

ahora mismo, a la que estoy viendo, 

de la que aprendo día a día, de la 

que estoy aprendiendo, de la que me 

cuelgo y me sostiene, la que funciona 

como paracaídas, de la que me siento 

afortunada, de la que estoy enamorada, 

a la que realmente puedo atreverme a 

llamar maestr@s. 

Tapadera

Y yo me pregunto amor, 

por qué no dejar esta tapadera,

por qué no comernos a manos llenas,

por qué no romper esta TSNR.

Y yo me pregunto amor,

si me piensas la mitad que yo a ti,

si me sueñas solamente de noche o 

incluso hasta despierta. 

Y yo me pregunto amor,

si me buscas en los bares, en los

ojos de otras gatas, en los labios

de otras bocas coloradas.

Y yo me pregunto amor, 

si aparezco en letras de canciones, 

en bailes de otras manos, en 

sábanas alborotadas. 

Y yo me pregunto amor, 

si me miras con ganas, 

si no te provoco desganas, 

si me comerías la cara. 

Rematé al remate.

Menos WhatsApp.

Menos WhatsApp y más visitas inesperadas.
Eso necesita el mundo.

.La de cantidad de palabras, sentimientos, historias, promesas y emociones que se encierran en el móvil, que se quedan en dichos y no cumplen hechos, que se marcan en las letras pero no en los corazones.  Que no es lo mismo escribir un "tengo ganas de dormir contigo" permaneciendo el lado frío, en vez de coger y plantarte en su cama, cenando Luna(res) y besayunando con el Sol. Que no es lo mismo escribir un "qué ojos tan bonitos" mirando la pantalla, en vez de coger y contar las chiribitas que le salen cuando apareces, fijarte que esta más guapa con gafas, pero que no te importa robárselas. Que no es lo mismo un  tonteo escrito, que prefiero quedarme con cara de tonta mientras te acaricio, escuchar tu risa y darte un "mua" de forma literal.

Desgraciadamente nos perdemos demasiadas cosas bonitas por conformarnos solo en escribirlas...  hasta entonces, seguirás perdiéndote carreras en semáforos, choques por las calles heladas, cigarros sin escrúpulos y amaneceres sin lluvia. 

Microcuento

Hoy.

Hoy te he visto, más bonita que nunca,
sobre el cielo de nuestra ciudad, Madrid,
y yo solo tenía ojos para ti. 

Hoy te he visto, más bonita que nunca, el paso del tiempo te ha hecho exquisita, como un buen vino. Tus labios impolutos, permanentes, delicadamente pintados con ese tono granate que me pierde, que acelera mi sangre y mis ganas de besarte. Hoy te he visto, más bonita que nunca, tus ojos alquitrán que me conducen al desequilibrio, a la locura, pero también a la cordura de quedarme a vivir en ellos, con la certeza de no encontrar otros iguales, y es que el verbo mirar cambia de significado si eres tu quien lo hace. Además me viene a los dedos, aquí escribiendo(te), mi peli favorita, "Íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto, solo pienso en ti princesa, pienso siempre en ti", dándome cuenta que sí, La vida es bella al vaivén de tu falda y de que hoy te he visto bonita hasta comiendo palomitas. Hoy te he visto, hoy nos hemos visto, y parece que nada ha cambiado pero han cambiado muchas cosas, menos tu risa, que sigue siendo mi canción favorita, o tus manos finas, delicadas, las cuales al roce hacen que mi piel se erice, y ya sabemos lo que se dice, la piel es de quien la eriza. Hoy te he visto, hoy hemos cenado, hoy hemos jugado a descartar entrantes tapando la carta con nuestras manos, ingeniándomelas para que "mi flaca" ganara, como solía intentarlo. Somos de buen comer, comer es un placer,  tanto que nos comíamos a todas horas, comiéndonos el sol y la luna, comiéndonos el mundo a manos llenas, y ahora no comiéndonos nada.