Vistas de página en total

domingo, 23 de abril de 2017

Feliz

Con los ojos en llama y la mirada segura, 
cabeza alta y pies en la tierra, 
desequilibrio nuevo y desorientación llena. 
Feliz.
Aprendiendo a vivir con calma,
la prisa justa y las preocupaciones necesarias.
Soñando despierta, persiguiendo lo soñado 
y saboreando lo conseguido.
Pensando en positivo, olvidando lo 
amargo y perdonando lo malo.
Feliz.
Sonriendo por doquier, en cada esquina,
cada persona y cualquier momento.
Jugando como una niña, pensando
como una adulta, creciendo con la vida.
Feliz.

miércoles, 19 de abril de 2017

Querer(se)

En cada pasito, en cada pie derecho e izquierdo iba dándole pellizquitos a la vida. 
Regalando mis ojos a paisajes preciosos, mi cuerpo al suelo para contemplar el cielo, mi cara al sol para hacer florecer las pecas, mi barbilla arriba para empaparme de estrellas, y mis pulmones para coger bien de aire. 

Calma.

Calma para encontrar respuestas, tanta calma que ahora tengo más preguntas, tanta tanta calma que ya no me acordaba de pensar despacio. 
Sentir el aire correr entre los dedos, la hierba fresca ante unos pies descalzos, el frío que cala hasta los huesos, el silencio que te hace pensar a gritos o en lágrimas. 

Cargar la mochila con lo justo y necesario, ¿qué curioso no? ¿por qué no hacemos lo mismo con la vida? ¿con nosotros mismos? Nos hemos acostumbrado a soportar más del peso necesario, dejando a un lado el verdadero factor importante... tenemos que soportar sí, pero sin dejar de avanzar, y para eso, hay que ir tirando poco a poco las piedras que nos pesen por el camino, y no ir recogiendo más. 

Y así es como funciona la vida, nos hace sufrir y es puñetera, pero hasta dónde nosotros queramos, el límite es nuestro. Hay que saber devolverle una sonrisa, pensamientos positivos, constructivistas y reflexivos, un tocamiento de culo si nos da la espalda, y un pasito atrás si es solo para tomar impulso.

Hay que saber quererse a uno mismo.
Camino de Santiago 2017

miércoles, 5 de abril de 2017

Ventrículo y Atrio.

Tengo un pinchazo. 

Hay batalla entre ventrículo y atrio. 
Ambos son derechos, desearían lo correcto,
pero no saben funcionar.
Recibo sangre pobre y es lo que llevo
a mis pulmones, 
que no me dejan respirar
cuando es tu nombre el que se cuela por 
la arteria pulmonar,
recorriendo con el recuerdo todas
mis venas, que pesan con
la desconfianza, mentira e incógnita,
y eso, me provoca mal estar.  

Ya no te voy a palpitar.
Ya no quiero que seas latente.


Un corazón enamorado
debe latir limpio,
debe dejar(te) respirar.

domingo, 2 de abril de 2017

Riesgo

Me he vuelto a encontrar con el sabor
 a fresa de tus labios,
el olor a vainilla de tu cuello, 
y la risa salvaje que alborota tu pelo.
Me he vuelto a encontrar con tus maneras,
tu altura de puntillas, y el sentir 
vértigo en tus abrazos. 
He vuelto a caminar en tus zapatos, 
nadar en tus ojos, y derrapar por tus caderas,
sentarme en tus rodillas cogiéndote a latidos
lo que eramos a manos llenas.
"Somos tan diferentes en todo que corremos
el riesgo de enamorarnos"