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domingo, 5 de junio de 2016

"Poco"

A veces pedimos más de lo que necesitamos porque no sabemos apreciar que lo "poco" que tenemos es lo realmente importante. Que ese "poco" es lo que nos hace grandes, es lo que completa nuestro yo, es lo que debemos de mimar para que siempre permanezca. Te voy a dar un consejo, si quieres lo tomas, si no lo dejas, disfruta de ese "poco", es lo inconmensurable que tienes.
Deja a un lado el "He tenido un día de mierda", quédate con el "poco" que te ha hecho reír, aunque sea pequeñito ha formado la media luna de tu boca, mañana será otro día, más y mejor. 
Deja un lado la necesidad de tener más amigos, gente que te rodee, los importantes se cuentan con los dedos de una mano, recuerda que estamos con muchas personas y sin embargo con qué "pocas" somos.
Deja a un lado el "Ojala tuviéramos playa", prepárate un petate, agua y bocata de tortilla, que la compañía es lo que hace los sitios especiales, ya reventarás las olas, el sol y arena lo "poco" que vayáis en verano.
Deja a un lado el que "poco" tengo de esto, que "poco" tengo de lo otro, el consumismo, el ser materialista, no necesitamos más de lo mismo para ser felices, no caigamos en la tentación de lo innecesario.
Deja a un lado la tristeza en forma de ruptura, un amor malquerido, cómete la soledad con un "poco" de sal, condimentado con risas y acompañamiento de personas que te hacen flotar. 
Deja a un lado el apartar lo que deseas hacer porque te crees que con lo "poco" que tienes nunca lo podrás conseguir, pero escucha, es solo con la suma de esos "poco" a "poco" el resultado de alcanzar grandes cosas, y cuando llegues a la cima, te garantizo que saborearas más la recompensa. 


¿Realmente lo "poco" que creemos tener encaja con su significado real? Tal vez sea el momento de darle una vuelta de hoja, cuidando y valorando hasta límites insospechados ese "poco" que increíblemente es tan grande. 

jueves, 2 de junio de 2016

Infancia.


Nos hacemos mayores, crecemos conquistados por el trabajo, el estrés, los estudios, los exámenes infumables, el agobio, los atascos, las facturas, el piso, el alquiler, el casero tocapelotas, las deudas, la pareja, el matrimonio, la suegra que no tragas, las inseguridades, las dudas, el agotamiento, el querer ser mejor que el resto, el ascenso, los despidos, el paro, y muchos etc. que aunque tú no te des cuenta se te nota, por dentro y por fuera, que te vas apagando. Peques te preguntan "¿Qué te pasa?¿Por qué estás triste?", la respuesta ya la sabéis..."Nada, cosas de mayores", viendo en lo que posiblemente se conviertan, personas sin luz. Está claro que debemos tener responsabilidades, pero también debemos darnos treguas, respirar, saber que toca en cada momento, no estar 24h bajo preocupación, hasta cuando duermes estás intranquilo/a. 

Yo, sí.
Bajo estos síntomas de persona vacía, preocupada por contagiarme de esta enfermedad, me vacuné con la mejor inyección, llamada "Infancia", que permite conservar esta esencia tan bonita. En mi caso, esa niña cuya mayor preocupación era no ser cogida en el pilla-pilla, completar lo antes posible su álbum de cromos, dominar chapas, canicas, combas, pelotas, peonzas y cualquier tipo de utensilio al alcance de su mano. La que se pintaba las uñas, deseando ser mayor, no le duraban ni dos días, y podríamos decir que siempre las llevaba despintadas. La cabeza loca que no se acordaba de un examen, "si la meto apruebo", donde la papelera era su optimismo y le daba hasta tres oportunidades. Que no falten los buenos desayunos, las meriendas después del cole y las re-meriendas de las 19:00pm. La que no soñaba con ser princesa pero tenía sueños enormes para lo pequeñita que era. Que reía tanto que le dolía la tripa, cuya payasez provocaba carcajadas, lágrimas y sonrisas a quemarropa. Culo inquieto que se sentaba de formas insospechadas, pintaba, cantaba, escribía, todo lo que quería lo hacia, no conocía la palabra límite. Canija despeinada acorde con su vida, su ropa colorida y alegría a flor de piel. Disfrutaba tanto, que su madre no ganaba para parches en las rodillas. 

Nos hacemos mayores, sí, pero evita esa conquista innecesaria con tú mejor guerrero, la infancia.Que tu 100% no sea persona vacía. La vida está demasiado infravalorada para lo inconmensurable y efímera que es al mismo tiempo. Saboreala. 

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, yo, os pregunto, ¿aún conserváis el niño o la niña que tenéis dentro? 

domingo, 3 de abril de 2016

Dame un ratito.

¿Por qué unos días tan bien y otros tantos sin palabras? Cada día blanco, siete negros. Ojalá pudiera colarme en esa cabecita loca tan tuya, tan llena de pájaros, ver si se convierten en mariposas. Saber qué piensas cuando me tienes delante, leer tu mirada, y cuando no, también. Qué piensas cuando me ves bailando en el espejo, cantando mal en la ducha, comiendo espaguetis con la cara. Si mis payasadas te hacen te hacen feliz. Mis pequeños detalles especial. Mi tristeza superheroína. Y qué se te pasa por la cabeza cuando las caricias fluyen, las que te erizan la piel, y cuando no, ¿las necesitas?. Que mis días con tus buenos días me hacen comerme el mundo y con tus buenas noches soñar a lo grande, pero, cuando se ausentan, días de estar por estar, de levantarse con el pie izquierdo, con el cuerpo aquí pero la cabeza allá. ¿Y a ti?¿Cómo te sienta mi no voz?¿Cómo te sientan mis no mensajes? Lo peor y mejor de todo es que soy fanática del mar revuelto, tomar las olas, las más complicadas, despeinarme. Pero reconozco que cuando está en calma es aún más precioso. Digamos que enamora.
Día número siete sin ti. Silencio. Dónde está tu risa para columpiarme. Mañana vuelta a empezar, con suerte, tocará día blanco.
Dame un ratito en tu mente.

viernes, 25 de marzo de 2016

26 minutos. 8 recuerdos.

Empieza el trayecto.Compañero, puedes empezar a sonar, a recordar. 

Track 1. Alesso -"Heroes". Podríamos ser héroes, tú y yo. Como bien dice, tú y yo no éramos corrientes, y precisamente por eso teníamos el mundo en nuestras manos. Bien lo sentía cuando corríamos como locos, cogidos de la mano, gritando por El Retiro.
Track 2. Ed Sheeran - "Thinking Out Loud". La gente se enamora de formas misteriosas, pero, en mi caso, no fue bajo un millar de estrellas. Fue besándote en la Universidad. 
Track 3. Ellie Goulding - "Beating Heart". Precisamente me gustaba, acostarme en tu pecho, escuchar el latido de tú corazón hasta quedarme dormida, pero bueno, lo tenía de vuelta como despertador.
Track 4. Ellie Goulding - "Love Me Like You Do". ¿A qué estas esperando? Quiéreme como tú sabes, eso me decías, pero me sentía tan bien contigo que tenía miedo, miedo a no cicatrizar nunca a base de tiritas de mierda por capullos anteriores. 
Track 5. Magic! - "One Woman One Man". Sólo pedía un hombre, y aunque él no lo fuera, sólo tenia ojos para él, tanto para mirarle y salvarle, como para llorarle. Pecador, tan frío como el invierno.
Track 6. Magic! - "Let Your Hair Down". Soltarme el pelo, despeinarme, hacer el tonto, disfrutar, reír, ser yo misma contigo, y tu mismo conmigo. Ya está, bueno, eso, y tu gran dote de robador de besos.
Track 7. Magic! - "Rude". Que da igual si son bordes, quién sea, que nos digan que "no" a un "sí" tan grande para nosotros como la galaxia que nos fugaríamos. 
Track 8. Hozier - "Take Me To The Church". No hay inocencia más dulce que nuestro pecado. Gran pecado carnal, desenfreno, locura, gemidos, orgasmos, sexo. Follar no, Amor si. Si nuestro pecado es ser inocentes de querernos, mi sentencia es culpable, Señoría. 

Fin de trayecto. iPod OFF. Fin de tí.
26 minutos. 8 recuerdos.

lunes, 21 de marzo de 2016

Primavera, eres tú.

Tal vez necesites:
A esa persona que te de abrazos en encuentros y despedidas. Que te de risas en momentos de tú máxima lucidez cuando abres la boca y te equivocas. Que te de un repertorio de insultos que ni si quiera tú sabes como continuar, bueno sí, con el "Tú más". Que te saque los días de lluvia. Te de momentos de pijama, de arreglarse, y de tardanzas en el baño en el que tú piensas "¿Qué coño está haciendo?". Que te ponga roja cuando te mira, pero ¡ojo! , que también se tiña de rojo cuando tu se la devuelves. Con la que deshacer la cama la primera noche y dejarla tal cual el resto de días, total pa' qué. De tal confianza que sea en su máximo esplendor, y tú también, que viva la locura, el no tener vergüenza, las ganas de ser como eres. Que te de palizas a cojinazos, se le quede la comida fría y te mate a andar, pero todo es proporcional, viva el cojinazo inesperado de venganza, tú gran dote de quedabien, y el culo que tienes el placer de observar. Que sea tú primavera, que ya sabemos lo que se dice de ella...La sangre altera. 
Primavera, eres tú.

lunes, 29 de febrero de 2016

¿Qué toca?

Buenos días. Ya son las 11:00 am.
Toma asiento, la última mesa a la izquierda, al lado de la ventana. A qué quieres que te invite a café o preparo mi vida. Pregúntame lo que quieras, sobre mi, sobre ambos, sobre cómo te miro. Ya descubrí que eres Doña sacarina, ¿qué toca? Salgamos a dar un paseo, dame la mano o toma preso el bolsillo trasero de mi pantalón, contigo me vale todo, sintigo nada. ¿ Y después de este paseo y presumir de ti? ¿Qué toca? Vamos al cine, cojamos el cubo grande de palomitas, dulces por favor, igual que tu, acompañadas de una absurda peli, total que mas me da si no voy a tener ojos para la pantalla, solo para tu risa constante. Y después de estar sentados un buen rato a oscuras ¿qué toca? Te rugen las tripas, tanto que tu pequeña timidez se come el decirme que tienes hambre, pero tu estómago luego dice lo contrario, me encanta que seas de buen comer, que vuelen los platos en la mesa, que seas de esas que no comparte postre. La cena ha estado bien, pero...¿y ahora? ¿qué toca? Súbete al coche, te acerco a casa, lo siento si tardo el doble en llegar pero elegí el camino largo para tenerte más tiempo y disfrutar de tu don de radio a todo volumen, aunque me piten los oídos, estas tan guapa en la locura. Fin del trayecto, besito en la mejilla, y para casa. Que dulce todo pero que final más amargo ¿no? Quedarme con ganas de ti, quedarme con tu perfume en el coche y encima empieza a llover, joder.
                                      Espera un momento, ¡te veo en la ventana!, ¿quieres que suba?. Voy. 
                                                         
                                                                   Y ahora... ¿qué toca?

martes, 15 de diciembre de 2015

El arte de vivir. Impúlsate.

Qué sería la vida sin impulsos. Que más da cómo sean, lo positivo y lo negativo va con ellos.
Lánzate, haz caso al sentimiento de vez en cuando, déjate de comeduras de cabeza y de qué te coman la cabeza. Que lo que venga vendrá, lo que tenga que ser será.
Que viva el primer beso, con su silencio, el buen recibimiento, el eterno, o el rápido con su correspondiente bofetón. Los abrazos por la espalda que te cogen las manos y los que se rompen con desprecio. Los piropos que sacan coloretes y los que sacan malas caras. Las llamadas que te dan voz, las llamadas pi, pi, pi...Los whatsapp con respuesta instantánea, o tardía, pero con respuesta, frente a esos tics azules que resultan no leídos. Las cartas que te provocan dolor de mano pero te dan a conocer su letra, y las que el buzón se traga. Que vivan las miradas con correspondencia y las miradas perdidas. Las caricias que se dejan ser caricias, las caricias que no encuentran su sitio. La mano que saca a bailar formando un dos en uno, y la mano sin pareja de baile. Que viva el chiste malo, la risa de después, la carcajada y el llorar de alegría,  o incluso la cara larga, el aburrimiento. El polvo que lleva a otro polvo, el buen sabor del cigarro de después, o el polvo que lleva a la discusión, el adiós. Y por qué no, el salir a la calle en pijama, la pereza, con sus respectivas miradas acompañadas de halago y menosprecio.
En todo esto, al corazón le puede la incertidumbre. Se acelera, va a toda ostia, la cosa ha ido bien, felicidad en estado puro. Se para, el ritmo disminuye, no es lo que esperabas, tristeza trágame. 
¿Pero qué es lo mejor de todo? El corazón se sigue moviendo, quiere más, quiere vida. 
El arte de vivir. Impúlsate.