Tengo una mujer que me corre por las venas.
Una niña imantada que bombea mi corazón.
Unos ojos que piden guerra.
Y unos labios que piden tregua.
Tengo una bocanada de aire fresco.
Un olor a vainilla que dan ganas de comerla.
Unas manos con promesa de refugio.
Y unas curvas en las que estamparse.
Tengo unos lunares que son la vuelta a casa.
Una tez morena que sabe a café.
Unas piernas que encuentran el clímax.
Y un volcán siempre en activo.
Tengo la picardía en forma de guiño.
Unas carcajadas que llevan al cielo.
Una risa permanente que cura el alma.
Y mariposas que piden libertad.
Tengo una hermosa taquicardia.
En la que reírse será lo más serio.
Y si te hace reír, la cosa va en serio.
F.L.
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