Magia es despertar por la mañana, ver los rayos de sol colándose entre las persianas, y despacito van iluminando cada centímetro de tu cuerpo. Lunático, adicto a contar tus lunares, asegurarme día a día que están en los mismo recovecos, y suman 121.
Magia se forma con cada uno de tus pasos, provocando estampidas, terremotos, tsunamis, que me zarandean de un lado a otro, volviéndome rematadamente loco, poniéndome a 300%, sin frenos, perdido. Pero perdido con gusto.
Padezco síndrome de naufragio cuando te tocas el pelo, hueles a café recién hecho, y con cada una de tus muecas. Y hablando de muecas, mágica es esa sigilosa ladrona que atrapa cada vez que aparece ¡zas!, detiene el tiempo, hipnotiza, se planta ante mis narices mientras que valiente va creciendo de un lado a otro y me hace sentir el estúpido más afortunado del mundo.Y eso sólo es su sonrisa.
No me hables de paraíso si no has estado es sus sábanas, espantando el frío con el roce de los cuerpos, matando el hambre alimentándote con sus besos y finalizar el viaje abrazando el souvenir que no quieres perder nunca.
Magia es querer aparecer y desaparecer contigo.
Magia eres tú.
