Vistas de página en total

martes, 24 de julio de 2018

Palabras clave

Si duele es porque fue bonito.

Si fue bonito fue irrepetible.

Si fue irrepetible era única.

Si es única con nadie va a ser igual.

Si no es igual mereció la pena.

Si es pena es porque ella te la quitaba.

Si te las quitaba era por su alegría.

Si fue alegría nunca será tiempo perdido.

Si no te quitó tiempo ganaste felicidad.

Si era felicidad era pura vida.

Si fue vida bailó en tu corazón.

Si fue corazón con razón la querías.

Si la querías conquistó tu sonrisa.

Si sonreías ahora es dolor de tripa. 

Si araña tu tripa hizo crecer mariposas. 

Si hay mariposas te hizo volar.

Si fue vuelo era libertad.

Si te hizo libre erais invencibles.

Si fuisteis invencibles seréis eternidad.

Si sois eternidad fue verdadero.

Si fue verdadero es infinito.

Si sois infinito seréis refugio.

Si sois refugio habrá una vuelta. 

lunes, 9 de julio de 2018

La correcta a destiempo

Me enamoré ciegamente de la persona correcta en el momento menos adecuado.

Sirvieron unas pocas quedadas, unas cuantas conversaciones y un sentimiento raro a la par que bonito de por medio para caer rendida ante ella. Ante sus ojos con pupilas dilatadas, sus manos que abarcaban el universo, su cabello pidiendo guerra, sus caderas bailando con la vida, su sonrisa... que os digo de su sonrisa...era una constante de fuegos artificiales. 

Nunca era suficiente, y aún sabiendo que lo suficiente era lo adecuado, decidimos apostar bien fuerte. Decidimos jugar con el tiempo. Le teníamos pisándonos los talones, se nos escurrían los minutos entre los dedos, la sensación de pérdida era enorme, pero la ganancia de recuerdos valía la pena (porque ya sabéis lo que se dice, merece la pena quién te la quita) y hacedme caso cuando os digo que la recompensa de haber corrido como dos niñas pequeñas, superando cualquier tipo de obstáculo,  tiene un valor incalculable.

Nos dimos alas, valentía y ganas para comernos a besos, acariciarnos el corazón, arañarnos las tripas, sobrepasar los límites y querernos por encima de todo. Ella se convirtió en mi chica de ciencia ficción. En la película de la cual no cambiaría el guión. En el anticiclón que deseaba que fuera permanente.

Fuimos una canción, terminamos bajo las estrellas con 74, y seguimos añadiendo otras tantas que nos permite tenernos cerca. En la música encontramos nuestro paraíso artificial, nuestra fuga, nuestro billete para recordarnos eternamente. Nuestro viaje infinito a lo que fuimos, a lo que somos, y a lo que podríamos haber sido. 

Ella, la correcta en el momento equivocado. Ella, que me ha enseñado que nunca es tarde para amar, y que es mejor haber amado a pleno corazón que no haberlo intentado. Ella, que me ha hecho crecer en sentimientos escondidos. Ella, que ha querido compartir su tiempo conmigo, que me ha dado la oportunidad de quererla. Ella, que me ha hecho tan feliz.

Prometimos cuidarnos. Prometí cuidarte. Por eso ha llegado el momento de aparcar mis alas, aterrizar en la realidad y verte volar aunque me duela el alma. Tal vez quede de cobarde, de no haber(te) luchado lo bastante, pero lo cierto es que me veo pequeña para brindar esta guerra tan grande que se nos viene encima e irremediablemente ahora no podemos vencer. 

Y quién sabe si el tiempo con el que un día jugamos nos termina devolviendo la oportunidad de echar otra partida, pero esta vez sin prisa, sin ataduras, sin trampas, sin que ninguna de las dos pierda, sin miles de kilómetros de por medio, con besos a doble de fuerza, con risas a pleno corazón.

Quién sabe. Dos personas que se hacen reír, tienen derecho a todo.

Te quiero tanto que te quiero libre.
Vuela.

martes, 5 de junio de 2018

Mi estrella

Day,

Escribo.  Ya sabes, se me da mejor dar voz y expresarme sobre el papel que en un cara a cara, aunque he de decirte, que desde que te fuiste, esta Caja de Pandora que llevo en el pecho, la que muy pocos, incluidos tú, lograba abrir y hacerme respirar, se ha destapado un poquito más al mundo, incluso digo más "te quiero" cuando lo siento, por lo que pueda pasar, que no solo se quede en el pensamiento. Que está muy bien escuchar, que es lo mio, pero el abrir mi corazón tampoco está de más.

Aquí estoy. 
Como cada 5 he venido aquí, para estar contigo, en nuestro 3er peldaño de escaleras, pero que cuesta arriba se me hace el no escuchar tu voz desde la tranquilidad y el no sentir tus manos en un abrazo de los tuyos que me daba dos vueltas. No sabes cuanto me gustaría, en este instante, oír de verdad, tu "Todo va a ir bien pichón, no te preocupes", porque a tu Pitufa no le caben más emociones en el cuerpo. 

El otro día en mi cumpleaños te eché mucho de menos, fue la última vez que disfruté de tu compañía, de echarnos unos bailes entre pisotones en el Handyman (sí, aun no soy una profesional en la bachata, perfeccionaré la técnica, lo juro) y volver a casa echándonos unas risas, pero sentí que te gustaría verme feliz, y la verdad, que por las caras que tenia a mi alrededor, fue uno de los mejores días de mi vida. Sentía una felicidad muy bonita, casi inexplicable, bueno, que coño, que no la podía explicar. Soy tan afortunada

Aquí estamos. 
¿Ya nos has visto no? Todos juntos. Se han derramado pocas lágrimas porque te mereces toda la felicidad del mundo, como esa sonrisa con la que iluminabas a cualquiera cuando llegabas. En cada abrazo, beso, cogida de manos y miradas que hemos compartido esta tarde entre nosotros estabas tú. Cariño sincero. 
Hemos brindado por ti, porque ya sabes lo que se dice, una persona cae en el olvido cuando se deja de recordar, pero contigo amigo mio, eso no va a pasar, hay motivos de sobra, y por eso te has ganado el ser eterno. 

SIEMPRE

domingo, 13 de mayo de 2018

Hasta mañana

Mi chica de ciencia ficción,
esto es de película
Me brillan los ojos a cantidades ingentes de tu propia luz.

Se nos dilatan las pupilas, se nos eriza la piel, sonreímos a quemarropa.

Nos quemamos. Arriesgamos. Vivimos. Disfrutamos.

Y me niego a parpadear.
Me niego a perderme absolutamente nada de ti sabiendo que el tiempo se nos escurre entre los dedos, y yo contigo,
quiero comerme el mundo a manos llenas.

Por eso, te beso, en todas partes y en cualquier sitio.
Saboreando cada beso como si fuera el primero.

Por eso, te aprendo hasta cuando
te recoges el pelo, a tu manera,
pidiendo guerra.

Cabeza, corazón y tripa se han puesto
de acuerdo, apuestan por este anticiclón,
ya se calarán los pobres cuando llegue la borrasca,
pero recuerda pequeña, después de la
tormenta, siempre llega la calma.

El tiempo, (locura) todo.

Hasta entonces, sigamos cumpliendo sueños,
soplando pestañas, agarrando minutos,
siendo canción, diciéndonos hasta mañana.

martes, 24 de abril de 2018

¿Y ahora qué?

Yo, te digo sí a todo
Chamartín se pinta de amarillo cuando encuentro su cara entre andenes. 

Sonríe. Me dispara al pecho con 32 razones por las que me es tan fácil enredarme en ella. La abrazo fuerte en la primera carcajada, me derrito a fuego lento con cada una de sus miradas, me pierdo en todos sus suspiros. 
Somos tan sencillas que cualquier plan lo vamos a agarrar con fuerza. Somos tan imparables que los chupitos a las 7 de la tarde se queda en un juego de niñas.

¿Y ahora qué?

Hablando de juegos flaquita... quiero conocerte más, prepárate para unas cuantas preguntas. La plaza del 2 de Mayo es testigo de cómo nos vamos aprendiendo, de cómo nos vamos acercando, de cómo usamos el traductor entre cerves, de cómo huimos agarradas de la mano. 

¿Y ahora qué?

Sigo estudiándote entre calles.  Bar "El Pico", curioso, tal vez su nombre estaba destinado... entre tragos y la atenta mirada de un tío con gabardina la distancia empieza a ser milimétrica, y yo, que ante tus ojos soy la debilidad personificada me fijo en tus labios, esperando el accidente más valiente que estas dos bocas con ganas quieren tener. Ya me entiendes. 

¿Y ahora qué?

Malasaña. Miércoles. 23:47. Yo, te digo sí a todo. Me apetece tu sofá. Más minutos contigo. Más abrazos por la espalda. Entonces la radio nos regala una de nuestras canciones...¡ZAS! Me pilla la tercera guerra mundial bailando en tus caderas. Tocando el cielo cuando te desnudado hasta el alma. Vistiendo tu metro sesenta y tres de primavera a base de sembrar besos por todos tus recovecos. Surcando tus lunares como si de braille se tratara. Leyendo tu cara con las yemas de mis dedos para no olvidarte.

Nunca había estado tanto tiempo sin parpadear. 

¿Y ahora qué?


jueves, 12 de abril de 2018

¿Sabes?

Abrimos el corazón, y con él soltamos las mariposas de la tripa, dejando a un margen la poca cabeza que nos quedaba en tan solo 4 horas. Quedando claro que podemos ser felices, pero que la felicidad pletórica existe y se mide en momentos irrepetibles. Seguramente las gotas de lluvia se hayan quedado cortas con la cantidad de besos que nos hemos robado, además, de haber burlado al frío con nuestras pequeñas manos. Se escuchaba la guitarra de fondo. Bebíamos cerveza. Comíamos sonrisas. No hemos dejado sentido sin probar. Nos hemos aprendido las bocas por doquier, y yo, todos tus lunares. Que manera de perder las formas. Que forma de perder las maneras. Ponga las manos dónde yo las pueda ver, por favor. Y jamás de los jamases había visto a alguien agarrar el tiempo tan fuerte, comiéndose el mundo a miradas llenas en cuestión de segundos, y eso, es de película. Cómo tus ojos. Que cualquier gata envidia en esta noche de primavera en la que tú me vistes de campo cuando me arropas. 
¿Sabes? Que bien haberte visto hoy.

domingo, 8 de abril de 2018

Yo primero

No estoy para nadie.

No quiero estar para nadie.

Es momento de estar para mi.

Es momento de ser egoísta.

De hacer lo que me de la gana siendo correcta.

De ser incorrecta cuando me de la gana.

No estar para los demás lo primero.

Ser yo primero la prioridad.

Luchando por el bienestar ajeno perdiendo el propio.

Me apetece escucharme un poquito.

Que ya toca.

Cuidarme como nadie
Quedarme donde quiera y no donde deba.

Ya no voy a apagar más mi camino.

Voy a iluminarme de nuevo.

Voltear el pensar para ejecutar en el ejecutar y luego pensar.

Que lo que tenga que venir vendrá.

No encerrar al corazón, impulsarlo.

Guiarme por latidos.

Perderme por instantes.

Quererme para siempre.