"Las pecas que florecen al Sol en su cara.
Los ojos de gata que se aclaran con dosis de rayos,
con chiribitas de alegría,
que brillan al verme.
Lo bicha que era tras su cicatriz en la ceja
y lo traviesa que sigue siendo con esa herida
en su chata nariz.
Su pelo alborotado que tapa el lunar
que tanto me encanta, que tanto aparto
el pelo para verlo.
Ni hablar de los que me gusta tanto morder,
mi media Luna preferida, la que también
está de día, la que esconde sus paletos,
los torcidos que enderezan mi vida.
Pero que preciosa es, y la remiro, y quiero
más detalles, nunca son suficientes,
no me canso, aquí me quedo.
Repito, que preciosa es, y más por dentro,
la guerrera que lucha mil batallas conmigo.
Es paz, calma y sosiego.
Promesa de refugio.
Ahora, mientras te miro, pienso,
voy alimentar este amor con
todo mi alma, no hay nadie como tú,
tú me haces alguien.
Que manera de perder las formas.
Que forma de perder las maneras.
Ella es la manera de enamorarme
vestida en forma de mujer.
Y qué mujer"
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