Ella

Ella es sencilla y es compleja,
pero con un sonrisa sincera,
esperando otra de vuelta para
poner los pies en la Tierra.

Siempre ha sido una flecha. De las rápidas. De las que te alcanzan el corazón cuando menos te lo esperas con su sonrisa de primavera, aunque la lleva en todas las estaciones, siempre se posa, siempre se queda. Le cuesta frenar, es acelerada, incluso habla rápido, en marcha 6, acorde al ritmo de sus andares, que revientan el suelo por donde pasa, porque eso es andar y lo demás es estropear el suelo. Aunque siempre va volando, bien alto, no conoce el asfalto, le gusta oler las nubes, beber la lluvia y contarle cuentos a la Luna. Que cuando ella pasa, solo el tonto mira al cielo. Ella tiene maneras. A veces la miras, toda niña, guardando entre su pelo varios metros de cuentos, saltando charcos imaginarios, jugando, ensuciándose (porque cuando una niña está sucia es mucho más bonita). A contracorriente ves su parte valiente, madura, agarrando entre sus dedos varios metros de consejos, perseverante ante deseos, emprendedora, jugándosela a cara o cruz (aunque todas las batallas las resuelve a besos, así nunca pierde). Tiene ochocientas maneras, pero todas ellas te iluminan la vida. Ella prefiere soñar despierta, buscar propuestas para un mundo dormido, menos horas de sueño y más sueño por hora, "viviendo" en gerundio.